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Endodoncia

Uno de los procedimientos odontológicos más realizados en Clínica de Estética Dental Dr. Plaza es la endodoncia en A Coruña. Se trata de una solución que se encarga del tratamiento de los conductos radiculares para la extracción total o parcial de la pulpa dental.
Por lo tanto, la endodoncia en odontología es la rama que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento que afecta a la pulpa (nervio) del diente y a los tejidos que la rodean.
Esta solución es una de las más conservadoras, ya que su objetivo final es el de mantener la pieza dental natural dañada, tratando el interior del diente y evitando su extracción.

¿Cuándo se hace una endodoncia?

Cuando hay una caries profunda que llega al nervio, lesiones endo-periodontales o cuando la pulpa está necrosada, por ejemplo, en un traumatismo donde la corona del diente suele presentar un cambio de coloración.

Algunos de los síntomas que nos alertan de que nuestra pulpa dental está afectada son:
  • Dolor espontáneo.
  • Sensibilidad prolongada a temperaturas altas o bajas.
  • Inflamación y molestias en la encía alrededor de la pieza dental.
  • Cambio de coloración del diente.

Aunque, en ocasiones, puede no manifestarse esta sintomatología, por lo que las revisiones periódicas se vuelven imprescindibles en tu clínica dental en A Coruña.

Tras la realización de la endodoncia se deberá hacer una correcta restauración, ya sea un empaste o si la pieza está muy debilitada, se debe colocar una corona o incrustación, la cual es una restauración parcial que se hace en el laboratorio.

En nuestra Clínica de Estética Dental Dr. Plaza encontrarás los últimos avances tecnológicos sobre endodoncias.

¿Cómo se realiza una endodoncia en A Coruña?

Tras evaluar y estudiar tu caso, y realizar el diagnóstico, procederemos a establecer una fecha para la intervención, en la que aplicaremos anestesia local. El procedimiento consistirá en la apertura y aislamiento de la pieza dental, realizando un agujero en la corona del diente para conseguir acceder a la pulpa. A continuación, limpiamos los conductos para dejarlos asépticos y perfectos. Más tarde, continuamos con la obturación, es decir, la fase de sellado del diente. Por lo tanto, rellenamos los conductos previamente vaciados y limpiados, dejando la pieza dental totalmente insensibilizada. Finalmente, realizamos un seguimiento para comprobar el éxito de la intervención y la efectividad de la solución odontológica.